LAS BENDICIONES DEL QUEBRANTAMIENTOCharles Stanley
septiembre 19, 2018
Deuteronomio 8.1-14
»Cumple fielmente todos los mandamientos que hoy te mando, para que vivas, te multipliques y tomes posesión de la tierra que el Señor juró a tus antepasados. 2 Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, y te humilló y te puso a prueba para conocer lo que había en tu *corazón y ver si cumplirías o no sus mandamientos. 3 Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no sólo de pan vive el *hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. 4 Durante esos cuarenta años no se te gastó la ropa que llevabas puesta, ni se te hincharon los pies. 5 Reconoce en tu corazón que, así como un padre *disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti. 6 Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus *caminos. 7 Porque el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que fluyen en los valles y en las colinas; 8 tierra de trigo y de cebada; de viñas, higueras y granados; de miel y de olivares; 9 tierra donde no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de cuyas colinas sacarás cobre.10 »Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al Señor tu Dios por la tierra buena que te habrá dado. 11 Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo te mando hoy. 12 Y cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado casas cómodas y las habites, 13 cuando se hayan multiplicado tus ganados y tus rebaños, y hayan aumentado tu plata y tu oro y sean abundantes tus riquezas, 14 no te vuelvas orgulloso ni olvides al Señor tu Dios, quien te sacó de Egipto, la tierra donde viviste como esclavo.
Deuteronomy 8:1-14 | NVI
La disciplina de Dios no es fácil, pero no podemos ignorar sus beneficios maravillosos para el crecimiento espiritual. Nos da una perspectiva nueva sobre el plan del Señor para nuestra vida. Si gozáramos de una corriente continua, ininterrumpida de bendiciones, podríamos pensar que nuestro Padre celestial existe solo para nuestra felicidad, y no sabríamos la verdad acerca de quién es.
Piense en lo que, por lo general, le pedimos al Señor: sanidad, éxito o seguridad económica, y buscamos su bendición para nuestras familias y seres queridos. Filipenses 4.6 nos dice que oremos por todo; por tanto, no hay nada de malo en acudir a Dios con todas nuestras preocupaciones. Pero debemos cuidarnos de verlo como nuestro asistente personal o algún tipo de catálogo, donde colocamos nuestro pedido para que nos los haga llegar.
Si ese es el caso, ¿quién está en el centro de nuestras oraciones? No es Dios todopoderoso, quien como nuestro Creador y Salvador es digno de nuestra alabanza y adoración. Cuando hacemos de nosotros el centro de nuestras oraciones, el resultado final es la mentira sutil de que el Señor existe solo para beneficiarnos. Esta distorsión aflige el corazón del Señor, y nos aleja de conocer en realidad su carácter y majestad.
La cura para esta egocéntrica idolatría es el quebrantamiento. Cuando Dios dice “no”, quitándonos en vez de agregar más, y luego administrando divinamente lo que tenemos, cuánto tenemos, y por cuánto tiempo lo tendremos, nos ayuda a mantener los ojos en Él. No desprecie esos momentos. Reconózcalos como la voz de su Padre celestial llamándole de nuevo a sus amorosos brazos.
Amigos cristianos en todas las naciones; las bendiciones del quebrantamiento vienen después de pasar por el desierto, las pruebas, que moldean nuestro carácter, conducta, y estilo de vida.
1. Obedecer todos Sus Mandamientos.!
2. Aceptar y pasar las pruebas.!
3. Recibir Su Disciplina y sacar lo mejor de ella.!
4. Nos lleva a la Tierra Prometida.!
5. Alabarle por siempre.!
6. Cuando las bendiciones nos lleguen seamos agradecidos; y no nos olvidemos de donde nos saco Mi Sr Jesucristo.!
Amen.!
Jcoa.!