EDIFICADOS EN CRISTOCharles Stanley.!
mayo 17, 2019
1 Corintios 3.9-15
9 En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.10 Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye, 11 porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo. 12 Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja, 13 su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno. 14 Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa, 15 pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego.
1 Corinthians 3:9-15 | NVI
¿Ha visto alguna vez un castillo de arena construido por un artista? Esa es una experiencia encantadora de un viaje a la playa. Los mejores constructores son meticulosos en cada detalle mientras crean estas hermosas obras de arte. Las torres son rectas, las ventanas son uniformes y, a veces, se puede ver el contorno de los ladrillos individuales en cada pared. El resultado final suele ser impresionante, con la misma elegancia de las casas de los lugares más ricos del mundo.
Pero, a pesar de todo el esplendor de un castillo de arena, sus horas están contadas. Desde el momento en que se coloca el primer grano de arena, el edificio en miniatura está en camino al olvido. En cuestión de horas los detalles son destruidos por el viento, la lluvia y la marea. Simplemente, no hay futuro para una casa de arena.
A veces, las vidas de los creyentes son como castillos de arena. A pesar de que todo parece perfecto en el exterior, los deseos y las actividades de sus vidas se muestran inútiles ante el fuego del juicio de Dios. Aunque su salvación eterna está asegurada, sufrirán la pérdida de recompensas celestiales porque sus vidas no están construidas con nada resistente
Lo más importante en la vida es asegurarse de que tengamos los cimientos adecuados. La asistencia a la iglesia, el trabajo en la obra del Señor, los programas de discipulado o el servicio a la comunidad no son un sustituto del fundamento sólido de la fe en Jesucristo como Salvador y Señor. También necesitamos construir nuestra vida con un servicio fiel y obediente al Señor. La meta no es tener una vida impresionante, sino construir una que demuestre nuestra devoción al Salvador que murió para salvarnos.
Amigos cristianos en todas las naciones; nuestro testimonio de vida debe estar cimentado sobre la roca en Jesucristo; nosotros optamos por seguirle, obedecerle en todo, estudiar, aplicar, enseñar Su Palabra dando vida abundante espiritualmente y manifestando el poder, fruto, sabiduría, discernimiento, de Su Santo Espíritu.!
Por qué si nuestro fundamento es débil, llevados por cualquier viento de doctrina, de Pecado, desobediencia, estaremos edificando sobre la arena.! Mt 7/26/27. 26 Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. 27 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina.»
Matthew 7:26-27 | NVI
Vivamos pues cimentados en La Roca Jesucristo.!
Mt 7/24/25.
24 »Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. 25 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.
Matthew 7:24-25 | NVI
Amen.!
Jcoa.!