DEJADOS COMO TESTIGOSCharles Stanley
mayo 30, 2018
Hechos 1.6-8
6 Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron:—Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?7 —No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús—. 8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
Acts 1:6-8 | NVI
Uno de los mayores problemas de la Iglesia en la actualidad es que muchos cristianos no se consideran servidores del Señor. La voluntad de Dios no es que solo acudamos a la iglesia a escuchar predicaciones. Quiere que salgamos a ser testigos de Cristo dondequiera que estemos o adonde nos envíe.
Los roles y los métodos mediante los cuales realicemos esta tarea serán diferentes, pero cada creyente tiene un papel vital que cumplir (1 Co 12.4-20). 4 Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. 5 Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. 6 Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.7 A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás. 8 A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; 9 a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; 10 a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas *lenguas; y a otros, el interpretar lenguas. 11 Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina. Un cuerpo con muchos miembros 12 De hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros, y todos los miembros, no obstante ser muchos, forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo. 13 Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o *gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.14 Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro sino de muchos. 15 Si el pie dijera: «Como no soy mano, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. 16 Y si la oreja dijera: «Como no soy ojo, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo el cuerpo fuera oído, ¿qué sería del olfato? 18 En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. 19 Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? 20 Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo
1 Corinthians 12:4-20 | NVI
Puede que usted sienta que sus esfuerzos tienen poco impacto, pero el Señor puede hacer maravillas por medio de un servidor dispuesto. Nadie tiene una vida tan caótica que no pueda ser utilizado por Dios; Él se especializa en tomar a personas deshechas y restaurarlas. Nadie llega a una edad en la que deja de ser útil, por eso podemos tener la seguridad de que, mientras vivamos, el Padre celestial tendrá algo para nosotros.
La cuestión no es si somos o no adecuados para dar testimonio de Él, sino si tenemos un corazón dispuesto. El Señor ha prometido el poder del Espíritu Santo para llevar a cabo sus propósitos por medio de nuestra vida, pero si no utilizamos su poder divino, desperdiciaremos las oportunidades de ser de bendición. Las responsabilidades terrenales saben cómo robarnos la atención y limitar nuestra obediencia al Señor. Pero nada en la vida es más importante que hacer la voluntad del Padre celestial
¿Los deberes de este mundo le han apartado de su responsabilidad de hablar a otros del Salvador? La salvación no es solo para disfrutarla; también es un regalo que debemos compartir. Usted no necesita tener un título de teología. Solo diga lo que Cristo ha hecho por usted, y el Espíritu Santo hará el resto.
Amigos cristianos en todas las naciones; testificar, predicar, sanar, aconsejar, dar de nuestro tiempo, dar de nuestros talentos, compartirlos, siempre debemos estar mostrando que Mi Sr Jesucristo vive en cada uno de nosotros; que estamos dispuestos ayudarles y a enseñarles cómo se vive La Palabra de Dios; para que ellos también puedan vivirlo.
Todo acto de nuestra conducta cristiana debe darles motivo de querer tener a Mi Sr Jesucristo viviendo en sus corazones para que ellos también sean de testimonio a sus familiares, y a toda persona que pasa por sus vidas.
Por eso Mi Sr Jesucristo nos dijo: «Serán mis testigos en todas las naciones».!
Somos sus Embajadores y debemos representarlo dignamente y fielmente.!
Amen.!
Jcoa.!