LA SOBERANÍA DE DIOSCharles Stanley.!
marzo 26, 2018
Efesios 1.11
11 En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad,
Ephesians 1:11 | NVI
Algunas personas dudan que el Señor esté, de verdad, en control de todo lo que sucede. Se enteran de las tragedias en el mundo, y se preguntan si quizás Dios tenga suficiente poder para vencer lo malo. O se enfrentan con lo que parece ser un obstáculo insuperable, y llegan a la conclusión de que tal vez el poder de Dios sea limitado.
Hermano, no entendemos todo lo que sucede en esta vida, pero sabemos por medio de la Biblia que Dios tiene la última palabra: “El Señor ha establecido su trono en el cielo; su reinado domina sobre todos” (Sal 103.19 NVI).
Piense en las implicaciones de estas palabras. El Señor tiene control absoluto de todo el universo; reina sobre todo y sobre todos; y su poder es mayor a todos los demás. Los términos omnipotente, omnipresente y omnisciente se usan con frecuencia para describirlo. En otras palabras, nuestro Dios lo puede todo, está en todas partes y lo sabe todo, lo que significa que no hay nada más allá de su conocimiento o de su capacidad para dirigir y controlar.
Y este Dios, sin límites e insondable, para quien no hay impedimentos y quien tiene el control absoluto de todo, nos adopta como sus hijos. ¡Qué maravilla! Cuando empecemos a comprender esta verdad, la paz y el descanso inundarán nuestra alma.
Si usted cree que el Señor es todopoderoso, ¿se trata solo de un conocimiento intelectual, o eso afecta su manera de pensar y sentir? Cuando entendemos que nada sucede sin el conocimiento, la dirección y el propósito misericordioso de Dios, podemos dejar a un lado el temor, y experimentar en verdad la paz de Dios.
Amigos cristianos en todas las naciones; si entendiéramos esto último que nada sucede sin el conocimiento, dirección y propósito de Nuestro Padre Celestial Todopoderoso; viviríamos sin afán y ansiedad, no estaríamos preocupándonos por nada, no tendríamos que estar lamentándonos por lo que no sucedió, sino viviríamos en fe, entregados Alabarle. Adorarle pasando más tiempo en Su Presencia agradecidos por todas Sus Bondades.
Dediquémonos a la oración, compartamos más nuestro tiempo a estar en silencio, esperando en El; para seguir sus instrucciones y escuchar Su Mensaje que tiene para nosotros y cubrir las necesidades de los demás.
«Contra el afán y la ansiedad; oración y Alabanza»
«Contra la duda y él temor Seguridad en Jesucristo»
Amen.!
Jcoa.!