¡El Fruto del Espíritu Santo vive en nosotros.!         Jcoa.!

SEMBRAR PARA EL ESPÍRITUCharles Stanley

febrero 22, 2018

Santiago 3.9-18

9 Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. 10 De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11 ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? 12 Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce. Dos clases de sabiduría 13 ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. 14 Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. 15 Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente *humana y diabólica. 16 Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.17 En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. 18 En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.

James 3:9-18 | NVI

En todas nuestras decisiones diarias, o bien “sembramos para la carne”, o bien “sembramos para el Espíritu” . Con nuestras acciones y pensamientos, plantamos semillas que afectan la clase de persona en la que nos estamos convirtiendo, y también el nivel de impacto que tendrá nuestra vida para Dios.

La “carne” es la parte de nosotros que quiere vivir y actuar independientemente del Señor. Como humanos, todos tenemos que lidiar con esta tendencia; no la perdemos cuando somos salvos. No obstante, el Espíritu Santo nos libera de la esclavitud de la carne. Comienza a cambiarnos para que comencemos a vivir de acuerdo con la verdad. Las decisiones que tomamos contribuyen al proceso de transformación, y cuando están en armonía con el trabajo del Espíritu Santo, siembran semillas buenas que resultan en nuevo crecimiento.

Cuando usted siembra para el Espíritu, siembra la verdad de Dios en su mente y corazón. Entonces comienza a experimentar la vida eterna, que viene de conocer verdaderamente al Señor (Jn 17.3). 3 Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a *Jesucristo, a quien tú has enviado. 

John 17:3 | NVI

El fruto del Espíritu se forma de manera natural a partir de estas semillas, e influye en cada aspecto de su vida. 

Gal 5/22/23. El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, *fidelidad, 23 humildad y dominio propio. 

Galatians 5:22/23.NVI

Al alimentar su espíritu con las cosas de Dios, se volverá más fuerte, más como Cristo, y sus pensamientos y acciones se llenarán más del Señor.

¿Está alimentando su espíritu y la fuente de su vida, o alimentando la carne que quiere actuar independientemente de Dios? ¿Siembran sus decisiones semillas que edifican su vida, haciéndole diferente y permitiendo que corrientes de agua viva fluyan de usted para alimentar a otros? Jn 7./37/39

37 En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó:—¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! 38 De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.39 Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía.

John 7:37-39 | NVI

Amigos cristianos en todas las naciones, como siempre tenemos dos caminos el bien, el mal, el mundo, el espirtu, amor, odio, alegría, tristeza, paz, ira, paciencia, impaciencia, amabilidad, antipatia, bondad, perversidad, humildad, orgullo, dominio propio, dominado por el enemigo.

Debemos saber escoger desde el principio de nuestra conducta cristiana el fruto del Espíritu Santo, para que se siembre bien profundo dentro de nuestro corazón para que nuestros cimientos sean estables e inamovibles. 

Nuestro carácter y forma de ser siempre debe estar cimentado en La Palabra de Dios, obedecemos y actuamos de acuerdo a los principios cristianos que recibimos desde el día en que Mi Sr Jesucristo entro a vivir en nuestros corazone. Él conoce perfectamente toda nuestra vida y sabe si vamos a realizar lo que vinimos hacer en esta tierra.

Nuestro pasado quedó atrás, somos renovados por la Sangre de Mi Sr Jesucristo, tenemos el Fruto de su Espíritu Santo junto con Su Sabiduría y discernimiento espiritual, llevamos la herencia de Nuestro Padre Celestial, par que le prediquemos el Evangelio a todas las naciones.!

Amen.! 

Jcoa.!

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