CÓMO RESPONDER A LAS PUERTAS CERRADASCharles Stanley.!
enero 22, 2018
1 Samuel 13.1-14
Saúl tenía treinta años cuando comenzó a reinar sobre Israel, y su reinado duró cuarenta y dos años.2 De entre los israelitas, Saúl escogió tres mil soldados; dos mil estaban con él en Micmás y en los montes de Betel, y mil estaban con Jonatán en Guibeá de Benjamín. Al resto del ejército Saúl lo mandó a sus hogares.3 Jonatán atacó la guarnición filistea apostada en Gueba, y esto llegó a oídos de los filisteos. Entonces Saúl mandó que se tocara la trompeta por todo el país, pues dijo: «¡Que se enteren todos los hebreos!»4 Todo Israel se enteró de esta noticia: «Saúl ha atacado la guarnición filistea, así que los israelitas se han hecho odiosos a los filisteos.» Por tanto el pueblo se puso a las órdenes de Saúl en Guilgal.5 Los filisteos también se juntaron para hacerle la guerra a Israel. Contaban con tres mil carros, seis mil jinetes, y un ejército tan numeroso como la arena a la orilla del mar. Avanzaron hacia Micmás, al este de Bet Avén, y allí acamparon. 6 Los israelitas se dieron cuenta de que estaban en aprietos, pues todo el ejército se veía amenazado. Por eso tuvieron que esconderse en las cuevas, en los matorrales, entre las rocas, en las zanjas y en los pozos. 7 Algunos hebreos incluso cruzaron el Jordán para huir al territorio de Gad, en Galaad. Saúl se había quedado en Guilgal, y todo el ejército que lo acompañaba temblaba de miedo. 8 Allí estuvo esperando siete días, según el plazo indicado por Samuel, pero éste no llegaba. Como los soldados comenzaban a desbandarse, 9 Saúl ordenó: «Tráiganme el *holocausto y los sacrificios de *comunión»; y él mismo ofreció el holocausto. 10 En el momento en que Saúl terminaba de celebrar el sacrificio, llegó Samuel. Saúl salió a recibirlo, y lo saludó. 11 Pero Samuel le reclamó:—¿Qué has hecho? Y Saúl le respondió:—Pues como vi que la gente se desbandaba, que tú no llegabas en el plazo indicado, y que los filisteos se habían juntado en Micmás, 12 pensé: “Los filisteos ya están por atacarme en Guilgal, y ni siquiera he implorado la ayuda del Señor.” Por eso me atreví a ofrecer el holocausto.13 —¡Eres un necio! —le replicó Samuel—. No has cumplido el mandato que te dio el Señor tu Dios. El Señor habría establecido tu reino sobre Israel para siempre, 14 pero ahora te digo que tu reino no permanecerá. El Señor ya está buscando un hombre más de su agrado, pues tú no has cumplido su mandato.
1 Samuel 13:1-14 | NVI
Como creyentes, queremos obedecer la voluntad de Dios, pero a veces no sabemos qué camino tomar. Tal vez estamos en una encrucijada, preguntándonos cuál camino es el del Señor. O tal vez después de avanzar un poco, de repente nos encontramos con una puerta cerrada. ¿Qué debemos hacer cuando el camino por el que queremos viajar está bloqueado?
Imagínese parado junto a una de estas puertas. Primero, prueba la perilla, pero no cede. Entonces saca las llaves y busca una que encaje. Cuando eso falla, usted llama a unos amigos para preguntarles si saben cómo abrirla. Finalmente, frustrado, toma una ganzúa y abre la puerta forzándola. El problema con todos estos métodos es que no le llevarán a donde el Padre celestial quiere que usted vaya.
El rey Saúl descubrió esto cuando abrió una puerta que el Señor había cerrado. Debía haber esperado a Samuel, ya que solo los sacerdotes podían ofrecer sacrificios. Pero Saúl miró las circunstancias a su alrededor, se asustó, y decidió encargarse de eso personalmente. En vez de estar en la puerta, confiando en el Señor y esperando que Él la abriera en el momento preciso, Saúl forzó la entrada y, como resultado, perdió su reino.
Los costos de la desobediencia son siempre más altos que los beneficios de introducirse por una puerta cerrada. Si el Señor ha cerrado una entrada, es para protegerle. La respuesta correcta es esperar con paciencia y ser fiel en la situación. Con el tiempo, Él abrirá la puerta o bien le redirigirá al camino que conduce a su voluntad.
Amigos cristianos en todas las naciones, cuando uno lee este mensaje y no le esta sucediendo lo que aquí relata, puede que no le interese por qué se dice no me está sucediendo; pero sería bueno tenerlo en cuenta y dar gracias a Nuestro Padre Celestial por qué te está alertando o avisando, para que cuando te llegue estés preparado.
Y este mensaje de la puerta cerrada para quienes lo estemos viviendo, nos da esperanza, fuerza espiritual y sobrenatural para tener fe y creer que se hizo para nuestro bien; y que si seguimos en obediencia y hacemos Su Voluntad otras puertas mucho mejores se nos abrirán y serán de bendición en nuestras vidas.!
Gracias Bendito Padre Celestial por apoyarnos.!
Infinitas gracias Mi Sr Jesucristo por enseñarnos el camino correcto.!
Espíritu Santo de Dios gracias por tu inmenso amor y darnos tu fruto, sabiduría y poder para salir adelante, recibiendo todas tus bendiciones.!
En Fe lo declaramos.!
Amen.!
Jcoa.!