¡Somos transformados en Jesucristo.!   Jcoa.!

LA TRANSFORMACIÓN DEL CREYENTECharles Stanley.!

enero 03, 2018

Ezequiel 36.25-27

25 Los rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los *limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías. 26 Les daré un nuevo *corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne. 27 Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis *leyes. 

Ezekiel 36:25-27 | NVI

Me maravilla la metamorfosis de la oruga. Un insecto viscoso y erizado que se desaparece para convertirse en crisálida, y al poco tiempo surge una delicada y hermosa mariposa. Es algo maravilloso.

Nuestra transformación en el momento de la salvación es igualmente radical y milagrosa. De un corazón destinado a la muerte, pecaminoso y depravado, Dios saca una criatura nueva que ha sido perdonada, hecha justa y creada para tener el Espíritu de Dios dentro de sí (2 Co 5.21; Jn 14.17).

21 Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.

2 Corinthians 5:21 | NVI

17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes. 

John 14:17 | NVI

¿Se ha preguntado alguna vez por qué seguimos luchando con el pecado después de poner la fe en Cristo como Salvador? ¿No deberían haber desaparecido todos los hábitos e inclinaciones de nuestro viejo corazón? La respuesta es que el término “nueva criatura” se refiere a nuestra posición en Cristo. Es cierto que los creyentes son perdonados y que están eternamente seguros como hijos del Padre celestial, pero seguimos viviendo en cuerpos carnales, y mientras estemos en la tierra habrá una batalla entre el espíritu y la carne.

Dios nos transforma a lo largo de nuestra vida para que nos parezcamos cada vez más a Cristo. Su Espíritu nos ayuda a combatir el pecado, y nos enseña cómo vivir. Este proceso, llamado santificación, es una peregrinación que durará hasta que seamos llamados a nuestro hogar celestial.

Mientras que la salvación es un hecho que sucede una sola vez, la santificación es un proceso de toda la vida. Y aunque el Señor ve a los creyentes como justos, todavía tenemos la capacidad de pecar. Felizmente, el Espíritu de Dios nos guía y nos da poder para ser más como Cristo, y si nos sometemos a Él, nuestra conducta y pensamientos cambiarán. 

Amigos cristianos en todas las naciones; la batalla que tenemos todos los días es entre nuestra carne y nuestro espíritu, el Pecado y La Santificación, en nosotros está el ganar cada día santificándonos a través del Espíritu Santo de Dios, llenándonos de Su Fruto (amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, humildad, fidelidad y dominio propio), para tener estas armas y hacer frente al Pecado y la desobediencia, contraatacando siendo obedientes dispuestos hacer La Voluntad de Nuestro Padre Celestial. 

Salgamos vencedores cada momento de nuestras vidas, seamos de bendición, entremos en acción con La Palabra de Dios y derribemos las murallas que se anteponen ante nuestros prójimo para mostrarles la Verdad. La Vida. Y El Camino en Jesucristo Mi Señor. 

Cada momento de nuestras vidas viviremos la batalla contra el pecado; pero sabemos que somos vencedores en Cristo-Jesus.!

Bendiciones a granel en sus vidas, mis amigos cristianos en todas las naciones.!

Jcoa.!

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