¡Resucitaremos en Jesucristo! Jcoa.!

¡Nuestra esperanza gloriosa!Charles Stanley.!

1 Corintios 15.20-58

20 Lo cierto es que Cristo ha sido *levantado de entre los muertos, como *primicias de los que murieron. 21 De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos. 22 Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir, 23 pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; después, cuando él venga, los que le pertenecen. 24 Entonces vendrá el fin, cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder. 25 Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 El último enemigo que será destruido es la muerte, 27 pues Dios «ha sometido todo a su dominio».[T] Al decir que «todo» ha quedado sometido a su dominio, es claro que no se incluye a Dios mismo, quien todo lo sometió a Cristo. 28 Y cuando todo le sea sometido, entonces el Hijo mismo se someterá a aquel que le sometió todo, para que Dios sea todo en todos.29 Si no hay resurrección, ¿qué sacan los que se bautizan por los muertos? Si en definitiva los muertos no resucitan, ¿por qué se bautizan por ellos? 30 Y nosotros, ¿por qué nos exponemos al peligro a todas horas? 31 Que cada día muero, hermanos, es tan cierto como el *orgullo que siento por ustedes en Cristo Jesús nuestro Señor. 32 ¿Qué he ganado si, sólo por motivos humanos, en Éfeso luché contra las fieras? Si los muertos no resucitan, «comamos y bebamos,que mañana moriremos».[U] 33 No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.» 34 Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar. En efecto, hay algunos de ustedes que no tienen conocimiento de Dios; para vergüenza de ustedes lo digo. El cuerpo resucitado 35 Tal vez alguien pregunte: «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué clase de cuerpo vendrán?» 36 ¡Qué tontería! Lo que tú siembras no cobra vida a menos que muera. 37 No plantas el cuerpo que luego ha de nacer sino que siembras una simple semilla de trigo o de otro grano. 38 Pero Dios le da el cuerpo que quiso darle, y a cada clase de semilla le da un cuerpo propio. 39 No todos los cuerpos son iguales: hay cuerpos *humanos; también los hay de animales terrestres, de aves y de peces. 40 Así mismo hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero el esplendor de los cuerpos celestes es uno, y el de los cuerpos terrestres es otro. 41 Uno es el esplendor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas. Cada estrella tiene su propio brillo.42 Así sucederá también con la resurrección de los muertos. Lo que se siembra en corrupción, resucita en incorrupción; 43 lo que se siembra en oprobio, resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad, resucita en poder; 44 se siembra un cuerpo natural,[V] resucita un cuerpo espiritual.Si hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual. 45 Así está escrito: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente»;[W] el último Adán, en el Espíritu que da vida. 46 No vino primero lo espiritual sino lo natural, y después lo espiritual. 47 El primer hombre era del polvo de la tierra; el segundo hombre, del cielo. 48 Como es aquel hombre terrenal, así son también los de la tierra; y como es el celestial, así son también los del cielo. 49 Y así como hemos llevado la imagen de aquel hombre terrenal, llevaremos[X] también la imagen del celestial.50 Les declaro, hermanos, que el cuerpo mortal[Y] no puede heredar el reino de Dios, ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible. 51 Fíjense bien en el *misterio que les voy a revelar: No todos moriremos, pero todos seremos transformados, 52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados. 53 Porque lo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad. 54 Cuando lo corruptible se revista de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: «La muerte ha sido devorada por la victoria.»[Z] 55 «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?»[A] 56 El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. 57 ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!58 Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.

1 Corinthians 15:20-58 | NVI

Cuando escuchamos la palabra resurrección, la mayoría de nosotros piensa en Jesús resucitado de los muertos, pero su victoria sobre la tumba muestra lo que nos pasará a nosotros, también. Un día, cada creyente que ha muerto experimentará una resurrección corporal como la de Cristo, y quienes estén vivos cuando Él regrese serán transformados de mortales a inmortales.

Una de las primeras preguntas que vienen a la mente es, ¿cómo seremos? No puedo responder eso específicamente; lo único que sé es que vamos a vernos tan bien como el Creador pueda hacernos. ¡Y eso es excelente! Estos humildes cuerpos terrenales serán transformados en cuerpos gloriosos como el del Señor, con excepción de su divinidad, por supuesto. El apóstol Pablo da algunas pistas sobre las características de nuestros cuerpos: serán imperecederos, gloriosos, poderosos y espirituales. Nunca volveremos a experimentar pecado, enfermedad, dolor, sufrimiento, debilidad, agotamiento o muerte.

A veces, la gente me pregunta si seremos reconocibles, es decir, ¿conoceremos a nuestros seres queridos, y nos conocerán ellos a nosotros? Piense en esto: ¿cómo podrían estos cuerpos gloriosos estar limitados en este aspecto si son mucho más avanzados en todo lo demás? Estoy totalmente convencido de que todos nuestros sentidos y capacidades mentales serán mejorados, no disminuidos.

Nos aguarda un futuro glorioso, pero el gozo de un nuevo cuerpo y de una reunión con nuestros seres queridos será superado solo por la emoción de ver al Señor Jesús cara a cara. Él es quien hizo posible todo esto. Por gratitud, amémosle y sirvámosle fielmente mientras estemos en este mundo.

Amigos cristianos en todas las naciones, resucitaremos en un cuerpo Celestial, incorruptible, todo nuestro ser estará mejorado, perfeccionado, tendremos vida eterna en Mi Sr Jesucristo, compartiremos y estaremos en su Gloria. 

Imaginémonos estar en La Casa Celestial acompañados de ángeles, serafines, Alabando. Adorando a Nuestro Dios Todopodeoroso, paseando, conversando, siempre con El, esperando nos revele todos los misterios de la vida celestial, ¿no es esto lo máximo? ¿Hay algo mejor o superior a estar viviendo en La Casa de Dios? 

Qué alegría saber que vamos a compartir con El Padre. El Hijo y Su Santo Espíritu; por eso debemos compartir este sueño glorioso a todas las personas que pasen por nuestras vidas, para que ellos también puedan llegar a La Casa de Dios. 

Amen.!

Jcoa.!

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