¡Edificar para las recompensas eternas!Charles Stanley.!
1 Corintios 3.10-15
10 Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye, 11 porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo. 12 Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja, 13 su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno. 14 Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa, 15 pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego.
1 Corinthians 3:10-15 | NVI
El pasaje de hoy contiene un serio mensaje en cuanto a las recompensas celestiales. Pablo compara el trabajo del reino con los esfuerzos de un constructor. Dice que Cristo es el único fundamento sobre el cual debemos construir, pero cada uno de nosotros es responsable de los materiales que utilizaremos. Podemos construir con madera, heno y hojarasca, o con oro y piedras costosas. La obra de toda persona será probada con fuego en el juicio final, para determinar la calidad de los materiales utilizados. Pablo nos dice que si nuestras obras sobreviven a la prueba, recibiremos una recompensa (1 Corintios 3.14). 14 Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa,
1 Corinthians 3:14 | NVI
Para que nuestras obras sobrevivan, debemos aprender a construir con materiales no inflamables. Dios deplora los esfuerzos mediocres. Seremos juzgados, no solo por nuestro “trabajo en la iglesia”, sino también por nuestra manera de manejar otras responsabilidades, entre ellas, nuestra vocación. Esto significa que debemos realizar nuestro trabajo diario con la misma diligencia que mostraríamos al servir al Padre celestial en los asuntos espirituales.
Para lograr esto, debemos evitar prácticas como criticar al jefe, manipular las circunstancias para nuestro beneficio, llegar tarde, dejar el trabajo temprano y usar recursos de la compañía para proyectos personales. Esta es una prueba del cristianismo genuino.
Pregúntese si está siendo auténtico con el Señor. Recuerde que Él sabe la verdad de cada situación y que aborrece la pereza y las cosas mal hechas. Nuestro Padre espera que demos lo mejor, y nos ha dado su Espíritu para santificar nuestros esfuerzos y dar la calidad de trabajo que Él desea.
Amigos cristianos en todas las naciones, está claro cómo debemos llevar nuestras vidas cristianas, siendo ejemplo, testimonio, en todo lugar donde nos encontremos, la diferencia es la calidad con que ejecutemos todas nuestras obras, el desempeño que pongamos para hacerlas, el amor que sobre pasa todo entendimiento nos ayudará hacerlo con el poder del Espíritu Santo de Dios.
La calidad dice la Palabra de Dios; oro, plata, piedras preciosas, que sabemos son hermosas, puras, duraderas,
Así deben ser nuestra conducta cristiana y todo lo que hacemos cada segundos de nuestras vidas.
Madera,heno, hojarasca, son volátiles, sé queman, vuelan con facilidad, no permanecen, inestables, que nuestra conducta y nuestro hacer no sea así.
Fijemos nuestras metas bien alto, pidámosle ayuda y sabiduría al Espíritu Santo de Dios, para que podamos lograr calidad de vida para los demás y para nosotros.
Amen.!
Jcoa.