¡Mi Sr Jesucristo esta en nosotros.! Jcoa.!

¡Ver a Cristo en nuestras circunstancias!Charles Stanley.!

Filipenses 1.12-25

12 Hermanos, quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance del *evangelio. 13 Es más, se ha hecho evidente a toda la guardia del palacio[B] y a todos los demás que estoy encadenado por causa de Cristo. 14 Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de Dios.15 Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad, pero otros lo hacen con buenas intenciones. 16 Estos últimos lo hacen por amor, pues saben que he sido puesto para la defensa del evangelio. 17 Aquéllos predican a Cristo por ambición personal y no por motivos puros, creyendo que así van a aumentar las angustias que sufro en mi prisión.[C]18 ¿Qué importa? Al fin y al cabo, y sea como sea, con motivos falsos o con sinceridad, se predica a Cristo. Por eso me alegro; es más, seguiré alegrándome 19 porque sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación.[D] 20 Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo. 21 Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. 22 Ahora bien, si seguir viviendo en este mundo[E] representa para mí un trabajo fructífero, ¿qué escogeré? ¡No lo sé! 23 Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, 24 pero por el bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo. 25 Convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos ustedes para contribuir a su jubiloso avance en la fe. 

Philippians 1:12-25 | NVI

Si usted tuviera el poder de cambiar sus circunstancias, ¿lo haría? Puesto que nadie tiene una vida sin problemas, la mayoría de nosotros diría que sí. Sin embargo, la realidad es que debemos aprender a vivir con algunas de nuestras circunstancias difíciles, porque solo Dios tiene el poder de alterarlas, y en su providencia ha permitido que se mantengan.

Tomemos, por ejemplo, al apóstol Pablo. Tenía el deseo de ir a Roma para predicar el evangelio, pero no previó la manera que Dios usaría para llevarlo allá. Todo comenzó con acusaciones falsas contra él en Jerusalén, su apelación a César, un viaje por un mar embravecido, un naufragio, y además el tiempo que iba a estar preso en Roma. Probablemente, esto no era lo que Pablo había imaginado, pero mientras estaba encadenado a una guardia romano, escribió estas palabras a la iglesia en Filipos: “Las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio” (Fil 1.12). 12 Hermanos, quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance del *evangelio. 

Philippians 1:12 | NVI

La misma circunstancia que pudo haberle parecido una desgracia, se convirtió en el medio para un servicio fructífero.

Lo que parece un naufragio o un desvío en nuestros planes, pudiera ser el sendero ordenado por Dios para nuestra vida, pero existe una certeza a la cual podemos aferrarnos: Jesucristo está con nosotros y nunca cambia.

Las condiciones a nuestro alrededor fluctuarán, pero si somos de Cristo, Él usará cada situación para hacer su voluntad en y a través de nosotros. Incluso cuando enfrentemos asuntos de vida o muerte, podemos desear lo mismo que Pablo: que Cristo sea exaltado en nosotros, ya sea por vida o por muerte.

Amigos cristianos en todas las naciones,¿exaltamos a Mi Sr Jesucristo con nuestra forma de vivir?

¿Nuestra conducta cristiana es notable en toda situación de nuestras vidas alrededor de las personas que comparten con nosotros?

¿No vivo yo; sino Jesucristo Mi Señor vive en mi?

Examinémonos nuestro proceder cada momento de nuestras vidas, y quitemos todo lo malo, que estorbe muestra relación en Mi Sr Jesucristo, confesémosle todos nuestros pecados y transgresiones que cometemos diariamente, limpiándonos y purificándonos con Su Preciosa Sangre; para estar sin mancha ni pecado, y poder mostrar la luz que somos para la humanidad.

La Voluntad de Nuestro Padre Celestial es buena, agradable, y perfecta, muchas veces no coincide con nuestras situaciones por qué lo que le hemos pedido, sale totalmente diferente a lo que esperábamos; ¿qué debemos hacer? Confiar plenamente en su Voluntad y así no nos guste lo,que está pasándonos tengamos la certeza que va ser para bien, por qué Mi Sr Jesucristo sabe lo que necesitamos.

Si somos obedientes y tomamos los momentos difíciles entregándoselos, El nos responderá con su gracia y su amor, así será más llevadera las situaciones difíciles de nuestras vidas.

¡Alabémosle. Glorifiquemosle. Adorémosle por siempre.!

Amen.!

Jcoa.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s