¡El vacío interior!Charles Stanley.!
Salmo 16.11
Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha.
Psalms 16 | NVI
En público, la mayoría de las personas parecen felices y confiadas. Pero, en el fondo, muchas se sienten vacías. En realidad, se puede estar en medio de una gran multitud y sentirse solo.
Muchos no le ven ningún significado o propósito a la vida. Y tratando de vencer el vacío, algunas personas trabajan y trabajan, otras se vuelven a las drogas o el alcohol, y otras se empeñan en tener más dinero, poder o sexo.
Hay una razón que explica la sensación de vacío en la vida: Dios creó al hombre con un anhelo que solo Él puede satisfacer. La persona no puede sentirse satisfecha hasta experimentar el amor transformador e incondicional del Señor. Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn 10.10). Es decir, Dios desea que nos sintamos completos; lo cual solo se logra por medio de una relación con Él.
No obstante, una persona salva puede sentirse vacía. A veces es el resultado de la desobediencia; un ligero desvío en nuestro caminar con el Señor puede convertirse después en un estilo de vida. También es posible que un cristiano viva conforme a la Palabra de Dios, pero no haya rendido totalmente sus deseos a Dios. Por ejemplo, muchos cristianos tratan de llenar su vacío con riquezas, éxitos o relaciones. Pero cuando a esos deseos se les da mayor prioridad que al Señor, se convierten en una forma de idolatría.
Solamente cuando buscamos a Dios por encima de todo lo demás, podemos vivir en plenitud. Ore pidiendo que Él le dé su dirección para escudriñar su corazón. Confiésele cualquier pecado o idolatría, y pídale que llene su vida como solo Él puede hacerlo.
Amigos cristianos en todas las naciones,debemos escudriñar bien nuestros corazones y pedirle al Espíritu Santo de Dios encontrar ese algo que nos hace errar, pecar, idolatrar, tener falta de contentamiento, en nuestras vidas, para poder servir debidamente en nuestro ministerio, el hogar, la familia, el trabajo, con todo nuestro prójimo, y así dar fe de que El único que cambia y transforma todo nuestro ser es Mi Sr Jesucristo con su Santo Poder Espiritual inundando nuestra alma, cuerpo, mente, sentidos, sentimientos, limpiándonos totalmente, para ser santificados y recibir de su Gracia el Poder para predicar y llevar el El Evangelio a todas las naciones.
¡Gracias Padre celestial Todopoderoso por tu amor!
¡Gracias Mi Sr Jesucristo por amarnos y perdonarnos!
¡Gracias Espíritu Santo de Dios por darnos Tu poder!
Amen.!
Jcoa.!