¡El sacrificio exigido a Abraham!Charles Stanley.!
Génesis 22
—¡Abraham!—Aquí estoy —respondió.2 Y Dios le ordenó:—Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como *holocausto en el monte que yo te indicaré.3 Abraham se levantó de madrugada y ensilló su asno. También cortó leña para el holocausto y, junto con dos de sus criados y su hijo Isaac, se encaminó hacia el lugar que Dios le había indicado. 4 Al tercer día, Abraham alzó los ojos y a lo lejos vio el lugar. 5 Entonces le dijo a sus criados:—Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante para adorar a Dios, y luego regresaremos junto a ustedes.6 Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo; él, por su parte, cargó con el fuego y el cuchillo. Y los dos siguieron caminando juntos.7 Isaac le dijo a Abraham:—¡Padre!—Dime, hijo mío.—Aquí tenemos el fuego y la leña —continuó Isaac—; pero, ¿dónde está el cordero para el holocausto?8 —El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios —le respondió Abraham.Y siguieron caminando juntos.9 Cuando llegaron al lugar señalado por Dios, Abraham construyó un altar y preparó la leña. Después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. 10 Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, 11 pero en ese momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo:—¡Abraham! ¡Abraham!—Aquí estoy —respondió.12 —No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño —le dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.13 Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo. 14 A ese sitio Abraham le puso por *nombre: «El Señor provee.» Por eso hasta el día de hoy se dice: «En un monte provee el Señor.»15 El ángel del Señor llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y le dijo:—Como has hecho esto, y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo —afirma el Señor— 17 que te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos. 18 Puesto que me has obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia.19 Abraham regresó al lugar donde estaban sus criados, y juntos partieron hacia Berseba, donde Abraham se quedó a vivir.
Genesis 22:1/19 | NVI
Abraham enfrentó una de las mayores pruebas de obediencia relatadas en la Biblia: Dios le pidió que sacrificara a su hijo, Isaac. Es difícil imaginar la turbación y el dolor que debió causarle esta petición. Pero Abraham obedeció de buena gana y con rapidez. Su respuesta nos enseña importantes lecciones en cuanto a someternos a Dios.
1. La obediencia a menudo contradice la lógica. Dios le había prometido a Abraham una descendencia imposible de contar, pero luego le pide que sacrifique al padre de esa descendencia. Sin embargo, Abraham confió en que Dios cumpliría su promesa, y se dispuso a obedecer (He 11.18, 19). 18 a pesar de que Dios le había dicho: «Tu *descendencia se establecerá por medio de Isaac.»[V] 19 Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos.
Hebrews 11:18-19 | NVI
2. La obediencia significa dejar las consecuencias a Dios. Abraham no tenía ni idea de cómo podría cumplirse la promesa si Isaac estaba muerto. Pero sus palabras y sus acciones indican que él creía en la soberanía divina. Cuando Abraham llevó al muchacho al monte Moriah, dijo a sus criados: “Esperad aquí … yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros” (Gn 22.5). 5 Entonces le dijo a sus criados:—Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante para adorar a Dios, y luego regresaremos junto a ustedes.
Genesis 22:5 | NVI
No dijo: “Yo volveré”, sino que expresó que ambos regresarían. Abraham fue al lugar santo dispuesto a obedecer. Esperaba, al mismo tiempo, que el Señor preservaría a Isaac, de algún modo, para cumplir su promesa. Y Dios lo hizo proveyendo un carnero en lugar del joven (Gn 22.13, 14). 13 Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo. 14 A ese sitio Abraham le puso por *nombre: «El Señor provee.» Por eso hasta el día de hoy se dice: «En un monte provee el Señor.»
Genesis 22:13-14 | NVI
El Señor ya sabe cómo reaccionaran sus hijos a las pruebas de la obediencia. Pero nos pone a prueba, porque quiere que sepamos hasta qué punto nos someteremos a Él. La disposición del creyente para obedecer (o desobedecer) revela el estado de su obediencia a Dios.
Amigos cristianos en todas la sanciones, ser obedientes a La Palabra de Dios nos da ventaja frente a las situaciones diarias de nuestras vidas, la fe nos da seguridad en nuestras acciones; por qué contamos con la guía y aprobación de Nuestro Padre Celestial para hacer su Voluntad y podamos ser de bendición con todas las personas que están a nuestro alrededor.
¿Cómo logramos crecer en obediencia?
Entregamos todos nuestros momentos a consideración de Nuestro Padre Celestial para que nos dirija en Su Palabra; a través del consejo de personas sabías hermanos en la fe de Jesucristo; sentimos en nuestra conciencia el hacer y obrar de acuerdo a sus principios para que tomemos la determinación de situaciones específicas, aún así no las entendamos o las veamos difíciles de hacer.
Siempre démonos la oportunidad de preguntarle a Nuestro Padre Celestial que es lo mejor que debemos hacer en cada situación de nuestro diario vivir, así tendremos la certeza de estar siendo obedientes, recibiendo su consejo para lograr la misión que tiene para cada uno de nosotros.
Amen.!
Jcoa.!